Dentro de su trabajo está la realización del cortometraje documental “Oxxo, negocio o monopolio” y ha colaborado en los documentales como “Los Ginger Ninjas, rodando México”, “Faceless”, “Don Mammie Blue”, entre otros. Su obra se ha presentado en Alemania, Brasil, España, México entre otros.
Estudio la carrera de Medios Audiovisuales en Centro de Medios Audiovisuales. Y también ejerce como animador, programador de software e instalaciones multimedia.
¿Cuándo descubres tu interés por el arte?
En un principio me metí en las matemáticas y la ciencia porque sentía curiosidad por la causa y el efecto de las cosas –¿qué pasaría sí?-, pero en algún momento perdí su atracción porque parecía que todos los resultados tenían que tener alguna aplicación lógica, concreta o racional; más bien en el arte sentí que existía la opción de probar con lo absurdo y el sinsentido. Después me di cuenta de que ninguna de las dos ideas era correcta.
Entonces ¿Cómo te aproximaste hacia lo que haces ahora?
Justamente por tener curiosidad por el “qué pasa si…”. En mi caso agarro una cámara de video y me pongo a esperar a que la vida le suceda enfrente, y la experiencia artística se determina con la posición de la cámara.
Justamente por tener curiosidad por el “qué pasa si…”. JOSÉ VILLALOBOS
¿Cómo es la tecnología una parte integral de tu trabajo artístico?
El cine no puede hacerse sin tecnología, y ya depende del tamaño del proyecto -o del efecto deseado- el tipo de tecnología que se use. Puede hacerse con instrumentos muy básicos o con la ausencia de otros, pero siempre hay una decisión consciente sobre la tecnología.
Algunos cineastas creen que el uso de la tecnología más moderna garantiza una buena obra, cuando en realidad es solo una herramienta que hay que saber integrar, pero no creo que deba ser el detonante de ninguna idea.
¿Qué herramientas usas en tu proceso creativo? ¿Cuáles son tus preferidas?
El proceso creativo más relevante sucede en el papel, en las ideas y en sus posibilidades. Los 5 sentidos -y sobre todo la vista y el oído bien atentos son las mejores herramientas.
creen que el uso de la tecnología más moderna garantiza una buena obra, cuando en realidad es solo una herramienta que hay que saber integrar, pero no creo que deba ser el detonante de ninguna idea. JOSÉ VILLALOBOS
¿Cuál es tu pieza favorita ¿Podrías explicárnosla?
Pues quién sabe si sea mi favorito, pero le he dedicado más de 7 años al documental de “El charro de Toluquilla”. Desde su filmación, postproducción y ahora distribución me ha quitado la mayoría de mi tiempo.
Es un documental que tiene como personaje principal a un charro seropositivo, que irónicamente es exageradamente positivo. Su figura se presta mucho a la plasticidad y al choque de ideas y conceptos al mismo tiempo, es surrealista. Me robé algunos elementos del cine clásico Mexicano para construir al personaje desde el estereotipo del macho, pero solo como pretexto para después deconstruirlo, o destruirlo desde esa posición. Fue un reto porque creía que esa misma idea podía prestarse para hacer algo terrible, pero nos ha ido bien en las presentaciones con el público y la crítica, dentro y fuera de México.
¿Qué tan importante es tener una comunidad de colaboradores y amigos artistas?
Paso mucho de mi tiempo moviéndome, sobre todo entre Guadalajara y Ciudad de México. Por alguna razón que desconozco, mi comunidad de colaboradores en Guadalajara es prácticamente inexistente, y más bien es ahí donde he desarrollado ideas en solitario o con leves colaboraciones, pero en Ciudad de México es donde tengo mis mayores apoyos e influencias. No creo que esto sea una regla, simplemente es mi caso y no me di cuenta hasta que sucedió.
¿Quiénes son tus artistas favoritos en México?
Nunca he sido fan de nadie, quizá de Bart Simpson. Siempre estoy en búsqueda de obras, sin importar su origen o autor, así se disfrutan mejor.
Dedicas una parte de tu tiempo a la enseñanza ¿qué tan importante es compartir tu conocimiento?
Hay veces que uno no sabe lo que sabe hasta que lo comparte, y es realmente cuando lo aprendes. Asesorar proyectos ajenos es una manera de experimentación muy libre, porque no te expones tanto y las ideas fluyen de manera más orgánica, sin la sombra del miedo al fracaso. El reto es aplicar ese mismo criterio cuando se trata de trabajos propios.
Hay veces que uno no sabe lo que sabe hasta que lo comparte, y es realmente cuando lo aprendes. JOSÉ VILLALOBOS
¿Cuál sería el mejor consejo para los nuevos talentos que quieren emerger en tu profesión?
La tecnología no es el punto de partida ni los festivales de cine es la meta. Los drones, dollys, grúas, lentes y cámaras caras, gadgets, aplicaciones, no garantizan nada.
Más bien el desarrollo honesto de una idea, y mucha paciencia (o suerte) es el camino.
Arte, ciencia, tecnología… ¿Cuál es la rama en la que deseas especializarte?
La curiosidad está detrás de las tres. Así que quiero procurar nunca dejar de preguntarme ¿qué pasaría si…?
¿Qué te gustaría crear pero aún no puedes realizarlo por las limitantes de la tecnología?
No me encuentro en esa situación.
¿Cuál es tu siguiente proyecto?
Involucra a algunos personajes que no mencionaré por ahora. Pero detrás de eso está la complejización de los mismos, quienes sea que sean. La estructura del cine clásico necesita de personajes convincentes y lógicos, pero yo veo que la realidad es distinta, así que quiero probar qué le sucede al cine clásico si le añadimos esta cualidad.
Finalmente ¿Qué haces cuando no estás haciendo arte?
Ninguno de mis trabajos tiene lugar si no se nutre con todo lo que sucede cuando no estoy haciendo nada. Alguna vez me dediqué a dar clases de matemáticas y restauración de bicicletas, pero ahora no tengo hobbies relevantes y afortunadamente vivo y me mantengo con mi trabajo en el mundo del cine. A veces como editor, a veces como fotógrafo de documentales. Quién sabe qué vaya a pasar después.
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