FLORENCIA GUILLÉN
Artista mexicana multidisciplinaria que ha participado en una amplia selección de exposiciones colectivas y proyecciones audiovisuales, así como individuales en países como Reino Unido, Italia, Holanda, Brasil, Colombia y México.
Ella estudió pintura en el Istituto Spinelli per L´arte e il Restauro y se graduó en la carrera de Historia del Arte y Artes visuales en Goldsmiths College. Consolido su preparación con la Maestría en Artes Visuales The Slade School of Fine Art, con el apoyo de Arts and Humanities Research Council, Londres, Reino Unido.
Además, ha realizado residencias en diferentes organizaciones culturales como Red Mansión Foundation en China, Gasworks en el Reino Unido, en ESCALA en el Reino Unido y Guapamacataro en México. Su proyecto de investigación sobre el largo de la ruta Transiberiana fue apoyado por el premio de University College London. También se le otorgó el apoyo del FONCA para su segunda residencia en Colombia, y apoyos como Fundación Bancomer y Museo Carrillo Gil.
¿Cuándo descubres tu interés por el arte?
Yo creo cuando tenía como 14, que era una persona muy inquieta en la escuela y también era bastante nerd; no de estudiar, me iba bien. Entonces a la hora de estar pensando en cómo entretenerme en las tardes, empecé a tomar clases de danza, pintura o jugaba básquet en mi cuadra. Y verdaderamente lo que más me entretenía era dibujar, igual que todos los niños que dibujan desde muy temprana edad. En realidad, a mí no me aburría y podía estar ahí tranquilita. Y decidí que eso quería hacer toda la vida.
Entonces, ¿cómo te fuiste acercando a lo que haces actualmente?
Empecé a tomar clases, tuve maestros chidos aquí en Guadalajara. Empecé a hacer cursos en el Cabañas de fotografía y en lo que me lo permitía mi familia; hice un poco lo que hacen todos, lo que hay en la idea. Me gustaba mucho ir a los cerros, a mi papá les gustaba mucho viajar entonces visitábamos cosas interesantes y así fue como empecé a desarrollarme hasta que decidí estudiar esto.
Al principio pensé en irme a la Esmeralda y mi papá pensaba que estaba muy peligrosa la Ciudad de México; fue una pequeña guerra. Así que me metí a Arquitectura, pero ni al caso, pensaba ¿qué voy a estudiar? Hasta que ya pude irme al extranjero, hice toda una onda ahí para que me admitieran, cálculos para que se pudiera y me fui a estudiar fuera. Primero a Florencia a clases de pintura y dibujo superclásico, eran ochenta mil encuerados todos los días. Después hice el trámite para entrar a la Universidad Goldsmiths en Inglaterra que es conceptual y entré.
Empecé a estudiar, me gradué, trabajé en mil cosas relacionadas con el arte, desde ser guardia de museo hasta puestos administrativos con artistas; lo que hace un poco todo el mundo como para salir adelante, pero siempre haciendo una práctica, siempre.
¿Dentro de tu trabajo cuál es una de tus piezas preferidas?
Hice una vela de barco inspirado en el Galeón de Manila, en la que usé una tela hecha con fibra de piña, que es una artesanía filipina. Aunque no están muy seguros de cómo llegó la piña a Asía, muchos suponen que por África, pero otros dicen que por Latinoamérica. Si es el caso, sería parte de la unión colonial entre Latinoamérica y Asía, en específico con Filipinas, porque México y este país estuvieron muy en contacto porque eran colonias españolas a través de la Nao de Manila o el Galeón de Manila que traía cosas del resto de Asia hacia México para después llegar a España.
Entonces me gusta mucho esta idea de los resultados apropiados de espacios colonizados. Es una vela bastante grande, que además la tela es muy bonita porque es como una fibra dura que tiene como un tornasol, pero es transparente; en Filipinas lo usan para el lujo y la ropa. Es tela artesanal que le quitan la hoja a la piña, hilo por hilo y luego se hace la tela con eso, por eso es muy valiosa en tiempo. La que realicé mide como cinco metros y medio de ancho y dos ochenta de alto. Es una copia escalada de la vela más alta del Galeón, es bastante monumental, pero también muy etérea; me gusta mucho.
Aparte la use también en un video musical de Icarí que es una cantante de Guadalajara y la montamos en Chapala, entonces es algo que definitivamente tiene una investigación y tiene un tinte político, pero también es un objeto estético que muy pocas veces logro eso.
Hablar me inspira mucho, hablar con gente que no tiene nada que ver con el arte, ya sea gente que conozco incidentalmente o con especialistas del tema. FLORENCIA GUILLÉN
Y al estar trabajando ¿qué herramientas usas en tus procesos creativos y cuáles son tus preferidas?
Utilizo mucho caminar e investigar. Hablar me inspira mucho, hablar con gente que no tiene nada que ver con el arte, ya sea gente que conozco incidentalmente o con especialistas del tema en el que me estoy aproximando, son recursos de mi investigación. Leo algunas novelas, después empiezo a bocetar y dibujar.
¿Y cómo fuiste integrando la tecnología a tu trabajo?
Empezó como una manera fácil de documentar porque así empecé con el dibujo y la fotografía análoga, después empecé a hacer video. Me empezaron a interesar más como interacciones sociales y espacios públicos, lo que menos llamaba la atención era una cámara chiquita, una Handycam, y empecé a usarla. En realidad, siempre elijo a mi tecnología en post del proyecto, entonces no fue hasta después que compré una cámara profesional. Siempre ha sido como un recurso en resultado del proyecto más que pensar en tecnología primero.
¿Qué tan importante es para ti tener una comunidad de amigos o artistas?
Soy bastante molusca, soy bastante introvertida aunque no parece. Creo que es super importante, de hecho creo que es hasta más importante que producir. En mi caso tengo gente muy cercana, con quien tengo amistades profundas como Yair López, María Álvarez, Jaime Ashida, Jis o Isa Carrillo; varias personas que me han ayudado porque yo estudié fuera y cuando regresé no conocía mucha gente, las comunidades son cerradas. Es importante tener una porque de ahí te llegan las oportunidades, te llega apoyo, te llega simplemente la satisfacción de que eres algo más grande que tú mismo.
¿En México quiénes son tus artistas favoritos?
Me gusta mucho Pablo Vargas Lugo de la Ciudad de México, me parece un artista super interesante en muchos niveles: estéticamente y formalmente me intrigan sus obras. En cuanto me entero más de sus procesos, me da un no sé que, que me emociona muchísimo. También es alguien que utiliza temas de otras disciplinas y del mismo. El trazo y la manera de dibujar de Daniel Guzmán y Laureana Toledo también me gusta.
Es super importante tener una porque de ahí te llegan las oportunidades, te llega apoyo, te llega simplemente la satisfacción de que eres algo más grande que tú mismo. FLORENCIA GUILLÉN
Me comentaste que dedicas una parte de tu tiempo a la enseñanza, ¿Qué tan importante es para ti eso?
Sí, dedico mucho tiempo a la enseñanza y es muy importante. Al principio era mi trabajo para tener una estabilidad, le agarré mucha vocación, es muy importante para mí porque estar en el proceso de activar a otras personas a crear, es una inspiración. Además, siempre estamos hablando de temas distintos, tengo grupos padres de jóvenes muy interesados entonces hay una retroalimentación y un crecimiento mutuo.
Aparte para mí es un espacio en donde tengo que estar leyendo más de temas en relación con el arte y otros temas porque la creación no solamente es cerrada y autónoma.
Sobre materias operativas siempre estoy investigando de otros artistas por ellos y me deja abierta a otros mundos. El mundo universitario e institucional puede ser muy criticable, pero también puede ser muy nutritivo.
Un ejemplo de clase que he dado es el Taller de Creación en el ITESO y es básicamente pensar. Es una clase donde es puro diálogo y presentación de piezas, diálogo, diálogo, diálogo e investigación, muy fluida.
¿Arte, ciencia y tecnología?¿En cuál te quieres especializar?
Me gustaría en la ciencia, pero tendría que empezar de cero, especializarme en el arte.
¿Qué te gustaría crear y no has podido realizarlo por las limitantes de la tecnología u otras?
La limitante casi siempre es el dinero y el tiempo, pero creo que también se vuelve absurdo cuando se parte de esos presupuestos enormes. No siento tener limitantes más bien cuando salen los proyectos que requieren una fuerte inversión de tiempo y dinero, veo cómo resolverlo, pero no siento que dicte la creación el límite.
¿En qué andas trabajando?
Estoy trabajando en un proyecto acerca del agua, tengo una exposición en el Museo de la Ciudad que se llama Cuando Suena el río y fue el primer acercamiento al estado del agua en Guadalajara, quiero expandir este proyecto y seguir haciendo piezas a cerca de las varias lecturas que se le pueda dar a la relación humana con el agua. Me baso en hacerlo primero, como lo hice primero en la ciudad, pero ahora con extensiones a los ríos Lerma-Santiago y Chapala, ahí me voy a entretener un rato.
Siempre tengo varios proyectos, pero el agua empezó a ser detonante porque siempre devela situaciones económicas, políticas, históricas y sociales; de las que no se puede comentar nada más una cosa. Este es el primer acercamiento, fue muy documental y quisiera seguir profundizando en las vallas constructivas. También me interesa mucho la idea del volcán, ya más poéticamente hablando. Hice una exposición acerca de exploraciones sobre la forma del volcán en relación con la narrativa en la historia, entonces también sigo un poco con eso paralelamente. Me da mucho de donde investigar e irme por diferentes tangentes.
Finalmente ¿Qué haces cuando no estás haciendo arte?
Me gusta nadar, pero no lo hago.
Me gusta caminar, paseo a mi perra, leo, visito a mis amigas, amigos y viajar, es parte muy importante de cuando encuentro temas como las curiosidades dentro de los viajes. No tiene que ser muy lejos, puede ser algún pueblito.
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