ARMANDO
CASTRO
Su trabajo parte de los límites que la música impone al sonido para desde ahí construir una reflexión política desde el objeto, ya sea visual o sonoro, alternando la improvisación sonora en un marco de concierto a la exposición de obras dentro de una galería.
Realizó estudios de guitarra en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, en España; obtuvo el diploma de Técnico en Sistemas de Audio y Sonorización en la Universidad de Valencia, España; después continuó sus estudios en acústica musical en el Conservatorio Nacional Superior de Música y de Danza de París (Francia), y otras especialidades en el School of Audio Engineering SAE Institute en Madrid, España.
¿Cuándo descubres interés por el arte?
Por el arte desde pequeño. Soy músico de formación, pero por la música por mis papás, ellos tocan música de manera amateur y ahí empezó mi influencia. Desde pequeño empecé con la guitarra ya con el tiempo, cuando tenía que escoger una carrera, me decidí a estudiar música. Desde los 13 años lo tenía muy claro, quería estudiar música y empecé a relacionarme con el arte sonoro. Primero con la música experimental, eso fue llevándome al arte sonoro y al arte en general.
¿Y cómo te fuiste desarrollando hacia el artista que ahora eres?
Cuando estuve estudiando la carrera de música, que es guitarra clásica, me empezó a llamar más la atención la música contemporánea, la música actual. Dentro de la formación de guitarra clásica, está muy orientado a la música clásica más antigua y muy poco sobre la música actual. Entonces, por ahí empecé a investigar, más que nada de una manera autodidacta y descubrí un mundo muy vasto. Luego, estudié la acústica musical porque me interesó mucho lo de la música, pero desde una manera como física, con su relación con las tecnologías. Empecé, un poco, en este mundo que se conecta a la música, con el arte, las artes plásticas… En estas cuestiones de otros formatos aparte de las formas musicales, como hablar del espacio total de la instalación.
De hecho, también influyó mucho en mí, el arte conceptual político latinoamericano. A partir de ahí, cree varias piezas que no tienen mucho sonido, ya es como algo escultórico, visual, de artes visuales. Esto ya fue de una manera autodidacta, de decir no tengo ningún estudio de arte, sólo el de la música.
¿Cómo es la tecnología una parte integral de tu trabajo artístico?
La tecnología es interesante en mi trabajo, tuve como una pausa de la política muy importante, que no está mal, que me marca mucho. Por ejemplo, mientras estudiaba con la música empecé a descubrir lo de la banda actual, que estaba muy de la mano con la tecnología. Entonces, por eso estudié lo que fue acústica musical para ver la música desde un nivel científico, en notas, en las frecuencias, me metí mucho en eso. De hecho, estudié también ingeniería del sonido y programación de la síntesis de sonido, para hacer música a partir de la computadora. Pero todo eso, me llevó a cuestionar la misma tecnología, porque vi que el sistema general de auto trabajo capitalista va de la mano de la tecnología. Entonces, lo veo mucho desde los músicos que utilizan la tecnología como su forma de crear, que al final suenan muy parecidos porque suenan al programa que están utilizando, o los medios que usan la computadora.
Y eso también me hizo pensar que la tecnología se convierte en un medio por sí misma. Ya no estás pensando en la música, estás pensando en las herramientas. Eso empezó a alejarme de la música, que de hecho, no uso para componer o para tocar en vivo nada de esos medios. De hecho, tengo algunas piezas que hablan justo de criticar la tecnología.
Es una pieza que se llama pensamiento binario, que es una tecla. Todo lo que he contado de la política y de esta crítica al sistema, me hizo pensar que la solución de lo que puede aportar una persona individual, una pareja o un grupo de personas en pequeño es regresar al campo: empezar a producir tus alimentos o sostener una vivienda con energía solar sustentable. Entonces, con mi esposa, tenemos un rancho en Tala y vivimos ahí hace varios años. Tenemos un huerto, al estar moviendo la tierra, salió una tecla pequeñita, un dust de plástico, muy bonito como objeto escultórico. Con esta pieza realicé la obra que se llama “Pensamiento binario” que será visto el dos, aunque yo sé que el binario es 0 y 1. La pieza consiste en poner la tecla y luego se corre música; qué hice con la tecnología o computadoras.
Y eso también me hizo pensar que la tecnología se convierte en un medio por sí misma. Ya no estás pensando en la música, estás pensando en las herramientas. ARMANDO CASTRO
¿Qué herramientas usas en tus procesos creativos? ¿Cuáles son tus referentes?
Como músicos que siempre estamos incursionados en el arte o las artes plásticas, siempre seguimos dando conciertos con la música. Entonces, ahí sí puedo decir que utilizo cierta tecnología con las cosas que toco. Por ejemplo, un reproductor de casete, que utilizo el puro motorcito que hace girar la cinta. El sonido de ese motor, lo amplifico y eso es lo que hace el ritmo, para darle al aparato reproductor su capacidad de producir, no de reproducirse. No emite, sino que está repitiendo lo que le pongas, en tal caso hago lo contrario que él sea el aparato. Esa es una clase de base rítmica, luego el otro es un radio de onda corta que lo uso sin proceso, nada más como es. Tomo lo que está en el espacio electromagnético, lo capto y uso, hago variaciones que sean interesantes musicalmente con los medios que pueda el mismo aparato ofrecer y los cambios de frecuencia. Cosas muy sencillas, son las que utilizo. Y la guitarra, es más el concepto de buscar y encontrar objetos que puedan expresar algo que me interese. A la actual tecnología si le rehúyo mucho. No me gusta como elemento, siento que te esclaviza a los mismos productores porque nunca lo podemos producir nosotros. Siempre dependemos de una industria gigantesca que nos está dando herramientas.
¿Cuál es tu pieza favorita?
Piezas favoritas no tengo, pero te puedo explicar una referente a lo que estamos hablando sobre la tecnología, que fue la primera que se me hizo interesante para mí. Esta pieza fue la primera sin sonido, como músico mis piezas tienen sonido, entonces se lo quite, ¿si los artistas plásticos hacen música?
Es una pieza que habla de este proceso de agricultora, de como pasamos de ser cazadores a agricultores. Se supone que fue hace 10 mil años, el proceso de la agricultura que cambiamos de ser nómadas a sedentarios, se dio el proceso de la ciudad, la formación de los centros urbanos. Y esta pieza son montones que forman pirámides, son un montón de gramíneas, con un embudo encima, como un reloj de arena. Son diferentes granos: trigo, maíz, arroz, sorgo y cebada, son cinco. Cada una representa a cada cultura a nivel mundial en general. El maíz es América, el sorgo es África, el trigo es Europa, el arroz es Asia y la cebada Oceanía.
Esto fundamentado en diferentes teorías o escritos que existen sobre la agricultura que fue impuesta a la gente por grupos que ya controlaban la agricultura. En Teotihuacán, ya manejaban la tecnología sobre la siembra, les dio la oportunidad de asentarse y generar una fuerza militar. Al ser un grupo central que quería conquistar a los pueblos del alrededor, era más fácil conquistarlos por medio de un núcleo urbano, a diferencia de los que estaban retirados en otros espacios. La pieza es como una metáfora del engrudo que filtra los granos, que obliga a la gente a sembrar para asentarse.
¿Cómo te ha influido tu comunidad?
Bastante, siempre el ambiente te hace propiciar a hacer ciertas cosas, se dan las oportunidades. Tu trabajo se va influenciando en que puedes tener ideas, pero si no las materializas, por medio de una exposición o platicarlas con un grupo de artistas, no se expresan.
¿Cuáles son tus artistas favoritos en México?
Los artistas sonoros Mario de Vega de Ciudad de México y Rogelio Sosa.
puedes tener ideas, pero si no las materializas, por medio de una exposición o platicarlas con un grupo de artistas, no se expresan. ARMANDO CASTRO
Para la gente que está emergiendo en este arte, ¿qué les compartirías o aconsejarías?
La congruencia, ser coherente en lo que piensas, en tu discurso y tu forma de vida. Para mí el arte, es cultura; nuestra forma de conseguir la sociedad que queremos que sea y en ese sentido si los artistas estamos criticando algo, tenemos que vivir de la manera que estamos exponiendo.
Arte, ciencia o tecnología
El arte. La ciencia me interesa en ese conocimiento social de la antropología, la política y la historia.
¿Qué te gustaría crear pero no has realizado por diferentes limitantes?, y ¿cuáles limitantes?
Entre el tiempo y el recurso material del dinero y los espacios, una cosa lleva a la otra como no tengo el tiempo para estar creando como no vivo del arte, tampoco me siento limitado. Cuando tengo muchas ganas quiere hacer lo buscas lo haces, por ejemplo ahorita estoy buscando un espacio para una exposición individual. Cuando una puerta se te cierra otra se abre si lo quieres lo haces.
¿Cuál sería tu siguiente proyecto?
Tengo un proyecto que se llama Oratorio con el Colectivo Un salto de vida, que defiende al río Lerma-Santiago de este proceso de industrialización que lleva a formas de vida que no me gustan. Así que trato de hacer propaganda, aunque al final siempre esta ese choque entre el artista que no quiere hacer propaganda, pero a mí no me da vergüenza, no se me hace mal, si tienes una idea clara puedes defenderla y exponerla. Es un proyecto en el espacio público, es con guitarra y con elementos de los discursos del colectivo. Llevo varios años con ellos, tres años y cuando hay oportunidad, vamos a una plaza o a un lugar y lo presentamos. Y buscar un espacio para mi exposición individual.
Finalmente ¿Qué haces cuando no estás haciendo arte?
Soy carnicero, de eso vivo. Tengo mi rancho, mi huerto, hay gallinas antes teníamos vacas. Por eso, te digo que casi no tengo tiempo, trabajo de lunes a sábado entre la carnicería, el rancho y la artisteada.
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