Entrevista Yanett R. Letechipía

 

Fotografía/ Vídeo Armando Barragán

 

Julio 2021

ANDRÉS
AGUILAR

Fundador y gestor del Laboratorio Sensorial, semillero del arte sonoro y espacio cultural relacionado al arte contemporáneo, fotografía, performance, video y arquitectura.  Además, fundador del CIAK, Centro de Investigación y Archivo Kraeppellin AC.

Realizó estudios de escultura en la School of the Museum Fine Arts de Boston, arquitectura en el Iteso e ingeniería de audio en Hermes Music. Como creador, ha participado en proyectos con Fernando Palomar y en las presentaciones del proyecto Rocart.

 

Además, Aguilar converge en diversos proyectos de arte sonoro en México, como Bergamota o Primitivo. Presentó la Mesa de Disección de Audio, parte de los Martes de Ruido, una serie de conciertos de arte sonoro hechos en colaboración con el Museo de Arte de Zapopan. 

¿Cuándo descubres interés por el arte?

 

El arte ya era parte de la familia, su apreciación por el arte, el impresionismo. Mi papá fue un tapatío con su biblioteca llena de libros y cosas, así que crecí con ello. La música, el arte, la arquitectura empezaron a ser parte de mi quehacer cultural, más bien de mi ver lo cotidiano. Desde muy chico empecé a tomar cursos como clases de pintura, escultura, música, sin saber todavía, nada específico, de lo que iba a pasar, así fue como empezó. 

 

¿Cómo te fuiste desarrollando?

 

Antes de estudiar arquitectura en el ITESO, había tomado un poco la  escultura, yo hice música y pinté de joven. Ya más grande, antes de entrar a la carrera, la escultura fue lo que me enganchó bastante. Empecé a hacer trabajos de metal, madera, plastilinas y barro, pero el material con el que más me identifiqué fue la madera, finalmente. Entonces, decidí estudiar arquitectura por el hecho de llevar la escultura a un espacio habitable para eliminar la barrera entre la arquitectura y la escultura. 

 

En ese tiempo, mi papá fue amigo, colaborador y mecenas de Juan Kraepellin. Me tocó ser el responsable de cuidar la obra que resguardaba mi  papá, entonces se tuvo que hacer una bodega, todo un sistema de archivo. Y se me ocurrió hacer más talleres, no solo pintura o archivo de pintura, si no puse un taller de carpintería y uno de pintura. Luego de broma, mi papá me decía que está haciendo la Bauhaus chiquita, la Bauhausita en Guadalajara,  la Bauhaus tapatía.

Y me gustó mucho estar trabajando con diferentes disciplinas,  ya estando en la carrera, me entró la idea de rentar un bodegón muy grande y hacer espacios pequeños para que arquitectos y artistas trabajaran proyectos, se desarrollaran multidisciplinarios. Ese proyecto no lo concebí, pero devino ahora en los que estamos aquí, finalmente si pude conseguir una bodega. 

 

Estudiando arquitectura, fue que conseguí este espacio y me costó todo un año más para poder saber que iba a ser.  Ese año hice una residencia con Los Cabaret Capricho, que hacen FICHo, Festival Internacional de Circo, estuvieron aquí un año y me ayudaron a comprender qué es lo que iba a ser este espacio. Así, se creó Laboratorio Sensorial, un espacio para residencias, un espacio abierto al público general y dándole la oportunidad a los artistas, músicos y arquitectos que trabajaran sus ideas. Lo más importante para mí, fue que se empezó a armar, hacer realidad este proyecto, y se empezaron a borrar  las fronteras entre las disciplinas. También la música fue una parte importante, no se sabe si es arquitectura, si es arte o sí es música, porque es todo, una cuestión ahí difícil de saber comprender, pero desde donde yo lo abordo es que lo más importante para mí es la creatividad de las personas y que es un espacio entonces que permite la experimentación o plantearse cosas distintas.

 

Otra facultad del espacio es que su esencia sea un espacio vacío para poder armar las condiciones necesarias que necesita el artista para  desarrollar su proyecto. ¡Es todo!          

 

Lo más importante para mí, fue que se empezó a armar, hacer realidad este proyecto, y se empezaron a borrar  las fronteras entre las disciplinas. ANDRÉS AGUILAR

¿Cuál es tu herramienta favorita?

 

La ensoñación, no sé si sea un proceso, pero me gusta estar entre despierto y dormido, estar soñando, con la capacidad de poder hacer ese sueño realidad.

 

¿Cuál es tu pieza  favorita? 

 

La pieza es “librero de madera” de mi autoría en el 2018/19.

 

¿Podrías explicárnosla? 

 

“Librero de madera” es un librero armado con madera que alberga pedazos de madera a modo de libros las cuales pueden ser usados/leídos.

 

Las piezas de madera es una colección proveniente de mi señor padre y mías que denotan el interés y el aprecio por la madera, son sobrantes del trabajo de años en carpintería, piezas que llaman la atención por su belleza.

 

¿Qué tan importante la comunidad?

 

Es vital, más allá del espacio vacío lo que conforma este espacio, es toda la gente que nos visita como espectadores o  expositores. Entonces, es una red de personas que nos sostiene y hacemos posible todo un proyecto altruista, pueda sostenerse, es la suma de todos los esfuerzos; el cariño y a veces también el dinero que se invierte a los proyectos, es la vida del espacio.

 

¿Cómo generaron esa comunidad?

 

Convocando gente, yo he estado haciendo fiestas, conciertos, todo el tiempo, lo hice desde pequeño que no eran parte de la música. Entonces,  se va generando un público de esas éticas que quedan en la memoria de la gente que también suma a que se vaya haciendo más y más. Pero,  finalmente lo más bonito de todo esto es la recomendación de boca en boca, es super efectiva y es la clave de la difusión. Claro, ahorita están las redes sociales que nos ayudan mucho, pero también tiene una parte que no es muy real, pero es otra forma de difusión.

 

 ¿Quiénes son tus artistas favoritos?

 

No puedo dejar de mencionar, a quien tiene un buen lugar, por la cercanía y la historia que comparto con él. Es mi maestro, le agradezco muchísimo toda su visión porque precisamente me da, me nutre para formar mi propia visión. Todo el trabajo que hizo con Luis Barragán con Mathías Goeritz, toda esa época, aunque es arquitectura, también es escultura, es parte de mi proyecto y es muy importante también en la formación de mi persona: mi papá, fue quien me presentó esto y me encanta. Me quedo con frases importantísimas como Espacio poético de Luis Barragán, que es precisamente lo que sucede aquí, un espacio vacío que cada vez que se presenta algo, se produce, hay una poesía, un ambiente, una atmosfera que se nutre con la participación de la gente y sucede algo específico, algo mágico. 

 

La fotografía de Salas Portugal, me gusta muchísimo. Marca un México que aún conserva rasgos que ya hemos perdido, en sus fotografías. Alcanzó a tomar imágenes de un México que está medio perdido,  esa añoranza que es muy bonita, es poética. Más contemporáneos, me gusta mucho el trabajo de Fernando Palomar, precisamente aquí tengo uno de los murales más importantes, es la corona de Laboratorio Sensorial, es el objeto que le da el sentido a este lugar, es el padrino de este espacio. 

 

Mi colega, Yair López, admiro mucho su trabajo que hace de bordado y otras cosas, de hecho, colecciono algunas de sus piezas. Me gusta el trabajo de Ana Paula Santana, Florencia Guillén, Edgar Cobián, Gabriel Rico, Omar Guerra, entre otros.

 

Para la gente que va iniciando, ¿qué consejo les compartirías?

 

Hablábamos sobre la importancia de una comunidad, que me han permitido estar dentro de esa red, sin embargo, soy muy penoso. Me he ido desenvolviendo mejor con el tiempo, en la práctica, pero hubo mucho tiempo en mi vida que la vergüenza me frenó en muchas cosas. Por vergüenza dejas de hacer, así que decidí no frenarme; entonces eso denota hablar, expresarse y al expresarse, comunicar. Somos comunidad y todas las cosas se pueden realizar, no se quedan acá nada más en mi mente. El arte es una comunicación, una charla. A mí me da miedo la música, al bajarla a un nivel más humano, más cotidiano y común, la he podido abordar con mucha más tranquilidad, seguridad y satisfacción porque es tangible y no es tanto como el arte. 

 

Entonces, no hay que bloquearse uno mismo, sino que hay que comunicar que es esencial, es vital para los adultos, podernos comunicar y generar comunidad.

 

Dedicas una parte de tu tiempo a la enseñanza ¿qué tan importante es  compartir tu conocimiento? 

 

No de manera directa como maestro, pero en el Laboratorio Sensorial compartimos nuestros conocimientos y habilidades.

 

Me parece de suma importancia compartir y no solo el conocimiento, sino también el trabajo, y por supuesto, la amistad. Soy altruista por lo que el trabajo en equipo es fundamental.

¿Cuál  es tu siguiente proyecto?

 

Salón para piano, biblioteca y casa Ajijic.

 

Es una casa en construcción que tendrá fines para producción artesanal y de comercio local de la Rivera de Chapala. También estará relacionada con Sensorial Radio para crear contenido audiovisual, se pretende rescatar tradiciones y costumbres trabajando con residencias para artesanos. 

 

La gastronomía también jugará un papel importante, ya que sufre un deterioro por la misma producción alimenticia y gentrificación. La edificación utiliza materiales locales como piedra, ladrillo, adobe, barro y madera a la usanza regional.

 

Finalmente ¿Qué haces cuando no estás haciendo arte?

 

Voy a tratar de sacar una frase, a partir de una frase que me mencionó mucho Kraepellin a mí. Él me decía: “Todo lo que yo hago es arte”. Yo no pretendo poder llegar a eso, pero sí que estar en un momento dado sin hacer nada, ser receptivo, estar atento a las ideas o al contexto para resolver. La ensoñación me facilita bastante entrar en estas imágenes o ideas que luego las puedo concretar en algo. 

 

Leer y escuchar música es  otro de mi pasatiempo.

 

autor
Estratega en marketing digital y comunicación. Creadora y colaboradora de plataformas digitales, especialista en marketing de contenidos para medios impresos y digitales. Productora de eventos comerciales, publicitarios, culturales y medios audiovisuales. Enfocada a la cultura digital y las industrias creativas.